El imán es un dispositivo que posee grande propiedad magnéticas, por lo que es capaz de atraer otros imanes o metales ferromagnéticos o paramagnéticos gracias al campo magnético, responsable de atraer o repeler materiales.
Los imanes pueden ser permanentes o temporales (si sólo poseen sus propiedades magnéticas al estar bajo la influencia de un campo magnético).
La unidad de medida para el campo magnético es el tesla, mientras que la unidad para el flujo magnético es el weber. 1 tesla es equivalente a 1 weber por metro cuadrado.
Un electroimán sería un tipo de imán temporal dado que solo se comporta como un imán si pasa la corriente a través de él. Los electroimanes de forma general se basan en un gran número de espiras de alambre, muy próximas entre sí alrededor de un núcleo magnético que crean el campo magnético.
En los electroimanes, podemos cambiar rápidamente el campo magnético regulando la corriente eléctrica que fluye a través de él.
Los electroimanes tienen numerosas aplicaciones como componentes de otros dispositivos eléctricos, como motores, generadores, relés, altavoces, discos duros, máquinas MRI , instrumentos científicos y equipos de separación magnética, aparte de ser ampliamente empleados en la industria.